El calentamiento global es un hecho, y en eso creo que todos estamos de acuerdo. Sin embargo muchas veces debemos preguntarnos el por qué los gobiernos no hicieron nada al respecto, mientras que ahora lo tenemos hasta en la sopa.
El petróleo actualmente es un oligopolio. El omnipresente petróleo dominado por unas pocas manos, con ramificaciones en el poder – sin ir más lejos en la familia de Bush -. Y hasta hace poco el calentamiento global no existía. Los gobiernos hacían oídos sordos a este problema. La opinión pública siempre está mediatizada por las noticias que conseguimos, y estamos acostumbrados a la autonomía de los motores de gasolina, a su potencia y velocidad. Adoptar otra tecnología alternativa implicaría tener que volver “atrás” en el tiempo, menos tiempo de autonomía, menos potencia, menos velocidad. Y hay que tener en cuenta que aunque yo quiera una nueva tecnología limpia, si los gobiernos no ponen cartas en el asunto, no hay nada que hacer.
Pues bien, la guerra en Iraq y su pacificación ha sido un fracaso, pese a las dos intervenciones de padre e hijo. Por otro lado ya se han agotado el 50% de los recursos petrolíferos mundiales, no se encuentran nuevos yacimientos desde hace años, y ya estamos lejos de la mayor producción registrada. Es hora de cambiar de fuente energética, pero ¿qué hacer?. Pues los gobiernos lo tienen claro: El miedo.
El miedo ha funcionado siempre. Desde la época de las brujas, que en teoría “arruinaban las cosechas” si pasaban sobre tu sembrado – no señor, no era la miseria que había por culpa de pagar el diezmo o al señor feudal.. Entonces y solo entonces de repente descubrimos – oh, maravilla – el calentamiento global. Puesto que hay que convencer a los ciudadanos que compren coches híbridos, que ahorren energía, que reciclen. Es en ese instante cuando por fin se toman cartas en el asunto. Miedo a la subida de las mareas, miedo a las lluvias torrenciales. Y olvidamos que por ejemplo en el siglo XVI ya hubo una pequeña era glacial en Europa, más fría de lo normal., con nevadas y bajas temperaturas.
Además tenemos a 20.000 científicos que niegan que ésta sea la única razón. Y también hay otros que comentan que estamos a las puertas de una era glaciar.
Pero claro, ahí está Al Gore, con su película, premio Nobel de la Paz, pero olvidamos que bajo el gobierno de Clinton no hizo absolutamente nada contra el cambio climático, pero quedarse sin trabajo es otro problema, y Al Gore ha encontrado la solución en la especialización en medio ambiente.
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