viernes, 26 de diciembre de 2008

CASAS A LA MALICIA

Por cierto, lo de las casas a la malicia es algo curioso en Madrid. Resulta que los habitantes de Madrid tenían obligación de acoger a los funcionarios reales de la Corte española en sus viviendas siempre que éstas tuvieran dos plantas – siglos XVI a XVIII, iniciándose con Felipe II – cediendo la mitad de la superficie de la misma y siempre que las características de ésta lo permitieran. Pues resulta que a los habitantes de la capital esto no les hacía mucha gracia, así que se las ingeniaban para que o bien la segunda planta se disimulara de cara al exterior, y sólo tuviera unos pequeños ventanucos, o bien escondiendo ciertas habitaciones, construyendo entreplantas o con ventanas a distintas alturas. Puesto que al establecerse la Corte de manera permanente en Madrid, debía de ser algo normal en la capital.

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