miércoles, 17 de diciembre de 2008

LA TRAMPA DE LA LIQUIDEZ

Pues sí, señores, el caso es que en USA han bajado los tipos hasta el 0-0,25%. Y eso es echar toda la carne en el asador, pues si la situación económica empeora, ya no se podrá bajar de nuevo los tipos de interés para mejorar el consumo.

Además se corre el riesgo de la “trampa de la liquidez”, que implica que a tipos muy bajos, una nueva bajada no tendría efectos en la economía, y la política monetaria dejaría de tener efecto. La política monetaria se basa en tres puntos
1.- fijar los tipos de interés
2.- variación del coeficiente de caja a los bancos – porcentaje de efectivo que tienen que tener los bancos “inmovilizado” como garantía-
3.- operaciones de mercado abierto – el Estado vende más deuda pública para así recoger más dinero del sistema, y viceversa.

No existen incentivos para que la gente invierta, puesto que reporta un beneficio muy bajo – ya que estos tipos se trasladan al mercado – por lo que la gente cree más útil tener dinero disponible. Y no cabe alternativa de volver a rebajar los tipos puesto que estos están próximos a cero. Es decir, la curva de demanda de dinero se vuelve totalmente elástica y un incremento de la oferta monetaria no logra que los tipos de interés baje, sino que ese dinero cuesta casi lo mismo tenerlo disponible.

Y George W Bush ha tenido que dar su brazo a torcer y comentar que deben aplicar políticas que no son del todo liberales precisamente para defender el liberalismo económico. Al igual que el presidente de la CEOE que explicó que en esta crisis se debería “hacer una pausa en la economía de mercado”, aunque sin renunciar a la flexibilización del mercado de trabajo, lo que implicaría que serían de nuevo los logros sociales y el currito de a pie quienes pagaran el pato económico. Afortunadamente las 65 horas semanales de trabajo no ha salido vencedor en Bruselas. La revolución industrial hace tiempo que pasó.

La trampa de la liquidez ya la esbozó un economista de principios de siglo, tras el crack de 1929, John Maynard Keynes. Y también convino en decir que en épocas de crisis se debía incrementar el gasto público para activar la economía – recordemos que si lleváramos el gobierno como si fuera nuestra propia casa, en épocas de crisis reduciríamos el gasto e inversión y no al revés como prevé este señor -. Sería la única manera que tenemos de reactivar el consumo y la economía si nos falla el último cartucho de los tipos de interés.

Estamos viviendo escenarios nuevos, momentos pantanosos donde nada se ha hecho antes. Sólo existe teoría al respecto. Tiempos interesantes y aciagos.

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